Te puedo contar lo guapa que estás con la nariz manchada de nata. Podría cantarte una canción de esas que te gustan, de noches infinitas y de tacones altos. Podría contarte un cuento o decirte que hay una parte del cielo de Tenerife, donde sí se ven las estrellas. Sin embargo, para que mentirte, antes que hacer todo eso, podría besarte y arreglar tus tardes aburridas de domingo.
Dime, ¿Qué te parece?.
Ya sabes donde caben dos caben tres, y en el sofa de casa, hay un sitio para nosotros... entre el pingui (al que maltratas) Y el pluto bebe.
Mientras tanto yo sigo con mis noches en vela leyendo sueños en las hojas de un libro. Como los amaneceres grises recogiendo sus lunares y guárdandolos entre las hojas, para saber por donde te quedaste soñando ayer.
Como cuando sale el sol y apenas hace frío, y la lluvia te muerde la nariz y huele como te gusta, y ves que las medias están en el suelo y que la habitación no parece la misma.
Entonces,en ese mismo instante, es cuando te das cuenta de lo tierna que pareces cuando te miras al espejo desde la cama, aún entre legañas. Entre el calor de esa manta que te regalo tu madre sólo cuando sabías que te gustaba el olor a lluvia. Cuando aún no sabías lo que te gusta que te rocen con la planta fría de los pies o que te muerdan con los ojos. O que te lleven al fin del mundo las tardes de Domingo.
Y entonces sonríes y sigues durmiendo soñando.
Escrito tal domingo como hoy, un domingo de resaca San Juanera donde los haya, uno de los domingos mas locos de las historia de los domingos locos...
Mi pequeña salvacion.
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Muchísimas gracias por dedicar un minuto a endulzar mi blog con tu virutita de chocolate♥
Eso sí no dudes que yo también me pasare a endulzar el tuyo :)
♥Gracias♥