Sus ojos.
Esa forma tan suya de mirar.
Tal vez sean sus arrebatos y su manera de hacerme reír.
Tal vez nuestras vidas, con sus casualidades y coincidencias.
De cualquier forma, me sobran motivos para dedicarte un trocito de tiempo.
Porque de repente, parece que ninguna pieza encaja en tu vida.
Que tus ojos a punto de explotar se han rendido en el intento.
Parece que todo lo que estaba tan cerca, se aleja sin hacer ruido.
El invierno sin amor te suena a infierno.
Sólo tus ganas de vivir, tus carcajadas con volumen de más, sólo esa manera de hacer feliz a las personas pueden salvarte.
Más de una noche con más de un cubata llegué a pensar que te quería demasiado.
Que la vida es fácil a veces y que hay calles que son más bonitas cuando no hace falta olvidarlas.
Pero también hay calles difíciles, y miradas que ya no deben cruzarse.
Hay momentos en la vida que son para siempre. Como el primer amor. Como esa sonrisa que te volaba la cabeza hace años.
Pero piensa en los momentos complicados y en cómo pasa el tiempo.
Acuérdate de que fue la vida la que te echó una mano.
La vida. La que pasa y la que te queda. La que ahora no avanza y se queda quieta mientras duele.
Esa vida que hace que desaparezcan los que iban a estar siempre. Los que nunca fallarían y ahora ni siquiera existen.
La misma vida que se lleva las únicas personas que de verdad importaban.
Sin embargo, pasan los años y sólo escribiría miles de hojas admirando lo feliz que eres.
Lo increíble que ha sido que de la noche a la mañana volvieras a mi vida.
Pero prefiero recordarte todas esas tardes de risas tontas.
Eres una razón para muchos y un ejemplo para todos.
Eres un corazón grande rodeado de corazones diminutos que no te merecen.
El mundo se ha puesto en tu contra, pero suele hacerlo con las personas valientes.
Tu sigue siendo así como tu eres, con tus ataques de locura y tus risas incontrolables, le pones ese toque especial a la vida. La única razón que importa es verte reír, ver como haces reír a los demás, tu forma de disimular, la manera en la que te vuelves orgullosa sin serlo y la envidia de muchos de ser feliz y transmitirlo.
Bellakera, piensa en lo que está por venir y coge aire antes de darte por vencida.
No te olvides de mí, ni de nuestras locuras, ni de todos los momentos que nos esperan.
Acuérdate siempre de nuestros sirocos en el portal, de esos recuerdos que duran incontables cafés. De esa manera tan nuestra de cagarla y esa sensación tan extraña de que hemos vivido una vida parecida.
Puedes pasarte las horas muertas llorando historias y alguna filosofía sin sentido.
Puedes llorar desamores y días malos; pero nunca olvides que tienes un corazón demasiado grande para esta ciudad tan pequeña.
Porque eres de las de verdad, de las que quieren y consiguen. De las que faltan si no están. De las que le ganan la batalla al invierno y se dan cuenta que no era para tanto.
Gracias por estar siempre.
Por nunca fallarme, por estar en mi vida y hacerme un poco más feliz.
Te quiero.
Muchísimo.
(Aunque me riñas jugando a los zombis)
Felices 18 preciosa, prepárate que ahora viene lo bueno.
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Muchísimas gracias por dedicar un minuto a endulzar mi blog con tu virutita de chocolate♥
Eso sí no dudes que yo también me pasare a endulzar el tuyo :)
♥Gracias♥